Superagente Kingsman: espionaje y diversión

Se trata de una película con ritmo trepidante, gran sentido del humor, recurre a escenas espectaculares, llegando a veces a la exageración y el delirio, usa licencias propias del cine de James Bond, por supuesto, desde el punto de vista de un protagonista adolescente.

Taron Egerton

Son sólo algunas de las virtudes que podemos adelantar sobre la película que ha rodado el director Matthew Vaughn; este ha producido filmes tan conocidos como los dos de la serie Kick-Ass y X-Men: Primera generación, consiguiendo sacar un producto perfecto de puro entretenimiento en casi todos sus trabajos. Únicamente decae de manera esporádica en algunas ocasiones cuando exagera en demasía algunas notas grotescas de la trama, emocionado sin lugar a dudas por sus 129 minutos de metraje. De esa forma, no sería nada extraño, todo lo contrario, que nos encontráramos ante la primera parte de una nueva saga.

Es un filme cuenta con el respaldo del cómic de Mark Millar y Dave Gibbons, que ha demostrado dotes para despertar el interés de muchos fans y admiradores. Una de las cosas que destacan es que no se ha ahorrado ni un solo céntimo de dólar en el presupuesto, lo principal era que el proyecto saliera bien y la taquilla no fallara. La sinopsis es la siguiente: este es el proceso que vive un joven de veintidós años, Eggsy, para llegar a convertirse en un miembro de los agentes Kingsman. Una organización supersecreta de espionaje independiente, que forma parte de una élite de super agentes británicos.

En el preámbulo podemos observar la muerte del padre en una misión que consigue salvar la vida de Harry Hart, un espía respetado y modélico, que en una muestra de agradecimiento por su acto, entrega a Eggsy, cuando cuenta con sólo cinco años, una medalla que le reportará gran ayuda en su futuro. Así fue, esto se materializa al llegar a los 17 años. Cuando se encuentra casi desahuciado, viviendo en condiciones míseras con su madre, sin trabajo y sin estudios, recluido en la cárcel por el robo de un automóvil.

Ahí es cuando llama al número de teléfono que figura en su medalla y entonces Hart interviene en su favor, asomándose por las cualidades que demuestra el chico, el cual, descubre todo un universo donde desarrolla su carrera como espía.